Mozambique es un país del sureste de África con una riqueza natural y cultural inmensa, pero también con grandes desafíos estructurales. Con más de 34 millones de habitantes, y una población marcadamente joven (más del 43 % tiene menos de 25 años), el país ha experimentado un crecimiento económico desigual, que no ha logrado mejorar las condiciones de vida de su población.
En 2025, aproximadamente el 65 % de la población de Mozambique vive por debajo de la línea de pobreza, lo que representa más de 21 millones de personas. Esta situación afecta con mayor gravedad a las zonas rurales, donde el 68,4 % de la población se encuentra en situación de pobreza, frente al 58,4 % en las áreas urbanas. Las mujeres y las niñas son las más vulnerables, enfrentando importantes barreras para acceder a la educación, la salud y oportunidades económicas.
La educación superior: una puerta cerrada para muchas mujeres
A pesar de algunos avances, Mozambique sigue siendo uno de los países con mayores niveles de desigualdad de género del mundo (puesto 127 de 162 según el Índice de Desigualdad de Género). Las mujeres tienen menos acceso a la educación, al empleo digno y a la toma de decisiones dentro de la sociedad. La mayoría trabaja en el sector informal, con baja remuneración y escasas protecciones sociales. Solo el 6 % accede a empleos asalariados, frente al 24 % de los hombres.
Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de las mujeres es el acceso limitado a la educación superior. Muchas abandonan los estudios en primaria o secundaria por embarazos precoces, matrimonios infantiles o por responsabilidades familiares impuestas por normas culturales profundamente arraigadas. En algunas regiones del país, prácticas como los rituales iniciáticos refuerzan la idea de que el rol principal de la mujer es casarse, tener hijos y ocuparse del hogar, desincentivando así cualquier aspiración académica o profesional.


Las Hijas de Jesús en Mozambique
Desde su llegada a Mozambique en 2004, las Hijas de Jesús han centrado su misión en la promoción integral de las mujeres. En la parroquia de Cristo Rey de Metoro y en la diócesis de Pemba, han trabajado para que las mujeres sean protagonistas de sus vidas: creando asociaciones, ofreciendo alfabetización, acceso a formación en ética, ciudadanía y desarrollo, becas escolares, tutorías y espacios seguros para el estudio. También apoyan su participación activa en la vida familiar y comunitaria.
Creen firmemente que una mujer educada transforma su entorno, y por eso quieren dar un paso más: facilitar el acceso de las mujeres jóvenes a la universidad.



Un nuevo proyecto: Mujeres en la universidad
En esta línea nace el proyecto “Mujeres en la universidad» con el objetivo es promover la formación académica de mujeres jóvenes en Mozambique a través de becas universitarias recurrentes.
Este año, el proyecto se concreta con una primera beca otorgada a Yolanda da Regina, una joven mozambiqueña que ha comenzado a estudiar Medicina en la Universidad Católica de Mozambique. Su sueño es claro: convertirse en médica y contribuir a mejorar la salud de su comunidad.
Con su formación, Yolanda podrá no solo mejorar sus condiciones de vida, sino también convertirse en un referente para otras jóvenes, demostrar que es posible aspirar a más, y ejercer como líder en su entorno.
Este proyecto no se detiene en una única historia. El objetivo es crear un fondo de becas sostenido en el tiempo, que permita a otras jóvenes con talento y vocación acceder a la educación superior. Mujeres que, de otro modo, verían sus sueños truncados por falta de recursos o por condicionamientos sociales.
Desde FASFI, creemos que la educación es una herramienta de justicia y de paz. Apostar por las mujeres es apostar por un futuro más inclusivo, equitativo y humano.

Puedes colaborar con este proyecto para que más jóvenes como Yolanda puedan acceder a estudios superiores y abrirse camino hacia un futuro con más oportunidades.
En nuestro perfil de Instagram puedes ver una entrevista de Yolanda da Regina.