«Caminamos juntos» es el proyectos que impulsamos en Roquetas de Mar, Almería, junto con la La Asociación Intercultural de Mujeres Nakani.
El proyecto acoge temporalmente, orienta y da formación a 155 inmigrantes con el objetivo de facilitar su inserción social y laboral. Para ello se mantienen dos casas de acogida y se imparten diferentes talleres.
La Comunidad de Roquetas-Almería nos cuentan en esta carta cómo han vivido el último curso:
El curso ha dado para mucho: clases, salidas, charlas, taller de Crecimiento Personal, costura, celebraciones, pero sobre todo, creemos que hemos sido unos para otros, un espacio de acogida y encuentro. El objetivo principal de la asociación es ser un espacio dónde las chicas y chicos migrantes que participan en nuestros talleres sienten y son bienvenidos, donde cada uno sea y se exprese como es, dónde ser de Senegal, de Mali, de Mauritania o de Marruecos es solo una característica más como lo es ser jóvenes y altos.
El posible contagio de Covid, como para todos, ha sido un pequeño inconveniente, las mascarillas han sido imprescindibles por el espacio del que disponemos y el gran número de participantes. La asistencia ha sido buena y todos/as han puesto en juego lo mejor de sí mismos para llegar a junio con ganas de más.
El verano, aquí tiene otro ritmo: en los invernaderos se trabaja con jornada partida y terminan tarde; las mamás tienen trabajo extra con los niños en casa; y algunos también tienen la suerte de poder volver a su país.
Al final de curso todos esperan los dos regalos prometidos: la fiesta del último día dónde se crea un ambiente distendido y de alegría y el certificado de asistencia, abalado por el Ayuntamiento, que lo hace apto para aportar en “sus pruebas” cuando puedan preparar papeles para regularizar su situación. Y por supuesto, con foto oficial incluida.
He empezado diciendo que el curso ha dado mucho de sí porque en tanto tiempo compartido, en tantas conversaciones sobre su país, sobre sus costumbres, sobre su familia, nosotras formamos parte de sus vidas y ellos y ellas, la forman de las nuestras: el saludo por la calle, el wasap en el teléfono, la llamada para que se le explique una cita médica, conecta con el sentido de familia que casi todos echan en falta.
El próximo curso, más.