
“Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” (Jn.15,13).
Amanecer en METORO. Parece noche, pero es el comienzo del Alba. Nos aflige el dolor, necesitamos tiempo para lo imprevisto. Para acoger el Misterio. Y la muerte de Miriam no entraba en nuestros planes.
La Pascua de nuestra hermana Miriam es la Pascua de la Comunidad de Metoro. Es la Pascua de la Misión. Es la Pascua de todo el Cuerpo de la Congregación Hijas de Jesús y de algún modo es la Pascua de FASFI.
Y muere, pasa a la VIDA, en este tiempo de Pascua. Su cotidiano era Pascua.
Quién la ha visto en su comunidad, en la “Escueliña”, entre las mujeres, “testigo” y acompañante en la resolución de sus problemas, por el Pueblo… dando vida, su vida.
En la memoria de FASFI de 2012 escribí después de haber estado allí: “el milagro de Metoro”
El Milagro, no son las múltiples obras que allí realizan las hermanas: Infantil, Escuela con 1.600 alumnos, Depósitos para aprovechar agua, Sanidad, Pastoral con Comunidades, Pastoral con Madres jóvenes…
El milagro, son ellas. Viviendo en el límite, con y para un pueblo pobre, en un País rico.
Gracias a las hermanas de Metoro, testigos de la Resurrección, que día a día de forma sencilla y tan entregada van resucitando a este pequeño pueblo.
Ofrezco unas fotos, imágenes de una mujer “resucitada” Hija de Jesús, que en su sonrisa y amistad ofrecía resurrección a cuantos miraba.





