Un día sin la palabra violencia

¿Lo hacemos?

¿Nos atrevemos a escribir con V de Vida? Vida entregada de mujeres que se dan a los demás, que se regalan en cada gesto, que prefieren las obras a las palabras… Mujeres que donan su tiempo, que se dan por entero… que regalan sonrisas, que curan rodillas con un beso…

¿Nos animamos a vivir con I de Identidad? La que surge de experimentarse amada, acogida, aceptada, valorada… la identidad de aquellas que se reconocen a sí mismas porque son capaces de pensar en los demás, son capaces de sacar chispas de vida de cualquier momento…  la de aquellas capaces de recomponerse uniendo sus propios trocitos…

¿Probamos a escribir  con O de Ofrenda? La de cada mujer, hija, madre, hermana, tía, amiga, esposa, amante de la vida… que se ofrece como hombro sobre el que llorar, que sostiene y acompaña, que no resuelve sino que camina al lado de quien ha de construir su futuro…

¿Intentamos garabatear la vida con L de Libertad? La que nace del interior, la que va de la mano de la responsabilidad compartida, la de tantas mujeres que están junto a aquellas que tratan de alcanzarla…

¿Nos atrevemos a habitar en este mundo con E de Encuentro? Encuentro sincero, de mujeres y hombres que quieren construir, cimentar, alzar, elevar…  juntos, contando unas con otros, en armonía, en paz, construyendo fraternidad… sin que nadie sobre… y sin que nadie falte…

¿Nos animamos a vivir con N de Nacimiento? El que cada mujer alienta, del que cada mujer es cauce, el que surge como milagro cada vez que la vida asoma, en cualquiera de sus facetas… el que surge del mismo barro…

¿Probamos a trazar líneas con C de Cansancios? Porque también existen… y hay que acogerlos, acariciarlos, acunarlos, compartirlos y acompañarlos… porque cuando se comparten… decrecen… a veces hasta desaparecer… porque se produce el milagro de su transformación en fortaleza, una que no sabemos de dónde nace… o a lo mejor sí… de dentro, del corazón… de la chispa de Dios…

¿Nos atrevemos a dibujar la vida con I de Interpeladas? Porque la vida, las situaciones, las personas… nos interpelan, nos inquietan, nos instan a posicionarnos… a tomar decisiones, a apostar por la vida, una vida que tenga condiciones dignas para todos, para todas…

¿Tratamos de poner a la vida A de Amor? Amor derramado, desmesurado, colosal, excesivo, magnánimo… amor que se expresa en obras, no en palabras, amor que se comparte, porque se descubre que cuanto más das, más te queda para compartir, amor de corazón maternal, amor de espíritu fraterno, amor de mujer que se siente amada y por eso derrama todo el amor que lleva dentro… y lo regala… y se desborda…

¿Le damos la vuelta hoy (y siempre) a la palabra violencia? ¿Lo hacemos?

 

BN FI

 

 

Un día sin la palabra violencia
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